jueves, 23 de diciembre de 2010

Mi Abrigo en la Primavera

Es una costumbre, abrir y cerrar la puerta de tu habitación, quien sabe cuántas veces al día lo haces, entras y sales, sales y en algún momento vuelves a entrar, algo tan común, ordinario, nada de especial...

Este día estaba bastante cansado, sólo pensaba en dormir, entrar, tumbarme en la cama y dormir, como me gusta decirle: Irme a mi mundo, viajar donde quiera, hacer lo que quiera.

Pero esta vez la puerta, cuando intenté entrar, me dio la impresión, que quería decir algo, me detuve, la observé, pero nada, quizás era sólo mi imaginación, la abrí y la cerré detrás de mi, puse algo de música y me heche a la cama.

Como si la puerta de mi habitación hubiese sido poco, mis párpados también se unieron al genero de las puertas, y se plantaron ante mi como puertas a otra dimensión, los abría y los cerraba, aparecía y desaparecía un pensamiento, cuando los cerraba veía a alguien y cuando los abría no recordaba con claridad que había visto y esto se repitió varias veces hasta que las puertas se cerraron.

"Goo Goo Dolls - Iris" empieza a sonar, es lo último que recuerdo y caí en sueño profundo.

De pronto ya no estaba cansado, ya no tenía sueño, me encontraba parado, era un día hermoso, soleado, lleno de colores y olores: había llegado la primavera, se veían los ancianos sentados en los bancos leyendo sea un libro sea el diario, otros jugando con sus bastones, mientras mantenían una conversación, niños corriendo y gritando, padres detrás de ellos o esposos conversando, amantes a lo suyo, perros de aquí allá, era una eufroia lo que albergaba este parque tan peculiar, que yo no conocía, alcanzé a leer en una placa "Lo Normal", raro nombre para un parque.

El parque no era mas que una recta, rodeada a cada lado de grandes áreas verdes poblada por toda esta gente que la primavera había extendido una invitación para salir de sus hogares.

Observé como me había vestido para esta ocasión y una leve sonrisa apareció en mi rostro seguida de confianza, llevaba mi abrigo largo de color gris, mis guantes de cuero negro, mis zapatos de cuero negro, jeans oscuros, estaba perfecto para la ocasión.

Empecé a caminar, y empezó lo "extraño" pero mas me gusta decirle fascinante, a medida que avanzaba la gente a mi alrededor cesaba sus actividades, libros y diarios cayeron al suelo, bastones entrechocaron para luego acostarse en el suelo, los niños se detuvieron y los gritos le dejaron la sala libre a la orquesta del viento acompañada en su canto por los árboles, esposos y amantes se sentaron a solo observar y los perros se sentaban.

Llegué al final de la recta y tenía cientos de miradas incrédulas, críticas sobre mi, y espontáneamente esto me gusto tanto que empezé a sonreir, me encantaba, puse las manos en los bolsillos del abrigo y esta vez quien disfrutaba del espectáculo era yo, nadie entendía, se trataba de mi, ¿Porque habrían de entender? Esto era cosa mía, no de ellos, la sonrisa no hizo mas que expandirse.

Las puertas se abrieron nuevamente y lo primero que vi fue el techo de mi habitación, se encendieron mis oídos y escuche "And i don´t want the world to see me, cause I don´t think they´ll understand"; apagué la música y puse mi mirada en la puerta de mi habitación, ella sabía, al menos eso pensé en el momento, acto seguido noté mi abrigo gris, estaba colgado a su lado, y me dije: "Ahi está, mi abrigo en la primavera"

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