Es fascinante cuanto tiempo somos capaces de perseguir una idea, esta aparece frente a nosotros en varias formas y creemos verla, la vemos incluso cuando nadie la ve y decidimos seguirla pero esta se transforma en cualquier otra cosa menos la que esperábamos: realidad.
Una idea es algo que produce una felicidad infantil en cuanto no sea materializada, luego decepciona y creemos no haberla encontrado, la buscaremos infinitamente y el proceso será el mismo a lo largo del tiempo.
Pero por otro lado porque no perseguir una idea?
Esta desea ser buscada, la razón de su existencia es que la persigamos día y noche hasta de alguna forma alcanzarla, digo de alguna forma porque es imposible que la encontremos en su forma más pura, en su forma natural, en esa forma que si encontrásemos nos llenaría y nos sentiríamos enteramente satisfechos.
Las ideas se ocultan, se transforman, nos sonríen a la distancia y se alejan velozmente, y nosotros las buscamos, las analizamos, y las observamos a la distancia y rogamos con cada pensamiento no nos huyan pero así son ellas y no podría ser de otra forma.
Por qué una idea no desea ser alcanzada?
El ser humano simplemente materializa todo lo que puede.
A quien le gusta ser encasillado o clasificado?
A nadie.
Una idea es algo maravilloso que se mantiene maravilloso en cuanto permanezca idea, creer que la podemos encontrar y hacerla nuestra es una ilusión que ella quiere que sintamos, pero ser alcanzada es un imposible increíble que nos da fuerza y ganas así como emoción para seguir avanzando y quien sabe, quizás algún día te encuentres con lo más parecido a una idea: un sentimiento.
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